Rotos los lazos familiares y económicos que me unían a Egipto y después de mucho tiempo,volví a encontrar el amor en Turquía,por lo que reparto mi tiempo para estar allí y aquí desde hace año y medio. Esta última vez estuve en el Tarazade, Festival Internacional de Danza del Vientre de Estambul,en el que grandes estrellas internacionales y turcas daban talleres, clases particulares y cómo no, el festival se clausuró con una Gran Gala.Para que os hagáis una idea del nivel, Jillina, Aziza de Canadá, Gamila de Alemania, Lulu Sabongi estaban entre las profesoras. Yo bastante tengo con dominar el estilo turco,tan poco lánguido y me apunté con Sema Yildiz y Erhan Ay,este último es un chico por si no lo sabíais.
Bueno, llega la Gala Final y absolutamente todas las bailarinas turcas más muchas extranjeras bailaron con crótalos, increíble,como de ciencia ficción si la gala fuera en España.
¿Por qué no se baila con crótalos en este país? ¿Es que ya no se llevan?
Puede que ahora se hayan puesto de moda otros elementos más agradecidos,como los abanicos,tan resultones en un teatro,los mueves un poquito y ale hop , qué bonitoooooooo, mientras que los crótalos exigen horas de dum dum tak tak encerrada en un convento para no molestar y para lo poco que lucen en un escenario, pero lo grave gravísimo en nuestro país es que las nuevas bailarinas no bailan con crótalos porque no los dominan,y no los dominan porque no se los han enseñado, y no se los han enseñado porque sus profesoras no los dominan tampoco Ninguna alumna de nivel medio o avanzado que haya venido de otras escuelas a mi sabía tocar los crótalos.Ay, si Shockry levantara la cabeza. Por supuesto que son difíciles de tocar,pero se consigue , igual que se consiguieron los camellos, las vibraciones y los golpes de cadera.
Señoras y señores, nos encontramos ante una especie en peligro de extinción: los crótalos. Yo por mi parte haré todo lo posible para mantenerlos vivos en mis clases y en mis coreografías.
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