Mi visita a los misterios de Anatolia

Allá por marzo de 2014 visité con unos amigos de la zona este misterioso enclave en la Turquía profunda, y digo misterioso porque a diferencia de otros monumentos de la antigüedad como las Pirámides , o el Partenón ,que fueron descubiertos para el turismo  romántico-aventurero a  finales del siglo XVIII o principios del siglo XIX, la montaña de Nemrut permanecía como un secreto conocido apenas por  lugareños . No fue sino hasta casi el siglo XX cuando el ingeniero alemán  Karl Sester alentado por las historias que contaban los  pastores locales sobre la cima de una montaña con extrañas cabezas realizó una expedición en busca de esos desconocidos restos arqueológicos y descubrió una maravilla todavía no muy conocida y esperemos que siga así para que no sea invadida  por el turismo de masas.
Así que emulando a Sester  nos dirigimos en coche desde la moderna y calurosa ciudad de Mersin con  27 grados y manga corta a la fría Anatolia Central donde nos esperaban las nieves y las temperaturas bajo cero.
No es fácil ascender  Nemrut Dagi.  Hay un camino empinado que  se  recorre  a pie y la sensación térmica  y el viento frío son nuestros principales enemigos.  La subida se hace larga y penosa porque parece que nunca vas a llegar a la meseta de “las cabezas”; pero cuando por fin la alcanzas  ¡ooooooooohhhhh! sientes que estás ante algo único.
En primer lugar que el monte se llame Nemrut, el rey que según la Biblia fundó Babel y Nínive y mandó construir una torre en “muestra de desafío a los dioses”(Génesis 10,10) es ya de por sí bastante inspirador aunque también  en el Kurdistán  turco cerca del lago Van hay otro monte Nemrut de dramático paisaje y nieves perpetuas en las cumbres.Mmmmmmm claro, no olvidemos que estamos en Mesopotamia a orillas del Eúfrates (Firat en turco)
 El monumento es realmente un túmulo o monte  artificial a 2.200 metros sobre el nivel del mar,  construcción ordenada por Antíoco I de Comagene en el siglo primero antes de Cristo. Comegene era una provincia perteneciente al imperio seleúcida, y bebía por tanto de la influencia helenística que se fusionó con las persas y armenias locales.
Esta diversidad se aprecia en las estatuas del propio Antíoco , dos leones, dos águilas y diferentes dioses armenios, griegos  y persas como Hércules,  Zeus-Oromasdes (asociado al dios persa Mazda), Tique y Apolo-Mitra. Estas estatuas se encontraban sentadas y con los nombres de cada dios inscritos en ellas. Ahora, las cabezas de las estatuas están esparcidas por el suelo; los daños en las cabezas (especialmente las narices) sugieren que se produjeron de forma deliberada por parte de iconoclastas, pero también dada la incesante actividad sísmica de la región pudiera haber sido causada por repetidos terremotos. También se conservan losas de piedra con figuras en bajorrelieve que se piensa formaron parte de un gran friso. En ellas aparecen los antepasados de Antíoco, que incluyen macedonios y persas.
También se pueden encontrar las mismas estatuas y antepasados en el túmulo, que cuenta con unas dimensiones de 49 metros de altura y 152 metros de diámetro. Las estatuas presentan cierto parecido a los rasgos faciales griegos, además de vestimentas y peinados persas. El terraplén de la parte oeste cuenta con una gran losa con un león la cual es conocida como "El horóscopo del rey" y donde se muestra la conjunción de los planetas Júpiter, Mercurio y Marte que tuvo lugar el 7 de julio del año 62 a. C sobre la constelación de Leo (horóscopo del rey). Sobre el pecho del león aparece también la Luna, objeto celeste que formó parte de aquel espectáculo nocturno y encima la estrella alfa de la constelación, la cual representaría Antíoco I. Algunos expertos especulan que esta fue la posible fecha del inicio de la construcción del monumento, otros que representa el día que fue investido rey por los romanos.
Ahora bien ¿Para qué  se construyó esta locura megalómana de Antíoco?
Una de las teorías es que el conjunto incluía un templo dedicado principalmente al culto de Zeus,y que en dicho emplazamiento anteriormente se realizaban  ritos tengrís(culto animista primitivo panteísta) desde los tiempos más remotos en Anatolia,  por tanto tendría una finalidad religiosa. El horóscopo anteriormente mencionado también nos da pistas acerca de un uso astrológico. Existen una serie de explanadas donde el propio Antíoco dirigiría rituales zoroástricos, religión en la que  la astrología es pilar fundamental. Esta teoría está apoyada por el descubrimiento de unas estelas donde el rey da instrucciones precisas de cómo debían efectuarse dichos ritos; pero la teoría más consolidada es que es un monumento funerario.
Se cree que la tumba del propio rey se halla en el interior del impresionante cono, pero es imposible de excavar: toda la colina contiene  pequeños fragmentos de piedra entre las que no se pueden abrir  zanjas ni galerías sin destruir todo el monumento.
A pesar de que no se ha podido revelar el misterio, lo que queda a la vista es suficientemente impactante: decenas de esculturas talladas en piedra calcárea que siembran sendas terrazas al este y al oeste del imponente cono.
Al ser éste Monumento Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO desde 1987, goza de especial protección y  la Comisión de Conservación del mismo está considerando dado el deterioro producido por los contrastes extremos de temperaturas  verano-invierno construir  un  recinto cerrado para preservarlo, tarea en el momento actual muy complicada porque prácticamente todo el túmulo está enterrado y las excavaciones son un peligro para el conjunto monumental. Dejemos por tanto enterrado  este misterio. ¿Qué sería de nosotros si el  mundo no los tuviera ?


Marisa Argüelles
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Escuela de Danza Oriental de Monte Rozas
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